Lo que he aprendido vendiendo cursos
En 2019 no me iba muy bien, económicamente hablando, como desarrollador freelance. Decidí tratar de ponerle remedio, trate de buscar una forma de ganar dinero sin intercambiar tanto tiempo.
Me creen una página para cada curso que impartía en empresas.
Poco a poco fui impartiendo más cursos en empresas, pero aunque reutilizaba la preparación de cada curso, seguía intercambiando tiempo por dinero para impartirlo.
En 2022 decidí dar un paso más, crear una audiencia por email para ir vendiendo mis cursos en directo, mientras la audiencia crecía.
Pero los suscriptores no iban a llegar por arte de magia, así que incrementé mi actividad en Twitter escribiendo anécdotas, historias y con un CTA al final para suscribirse a mi newsletter.
Los primeros haters no tardaron en llegar. Se burlaron de que promocionara mi newsletter, me llamaron tech influencer, me dieron mucha caña por vender cursos.
Incluso entre los haters había cuentas de cierto renombre de nuestro sector.
Yo iba bloqueando en redes sociales y seguía a lo mío. Desde septiembre de 2022 a mayo de 2023, estuve enviando un email cada semana. Contando historias, anécdotas y aprendizajes.
En cada email llevaba a una lista de espera de mis cursos. Aumente bastante mis ingresos en ese tiempo.
En mayo de 2024 di un paso más, empecé a vender cursos grabados. Los ponía y quitaba de la venta. Cada vez que lo ponía a la venta aumentaba la frecuencia de emails de semanalmente a diario.
Durante 7, 9 o 15 días enviaba un email diariamente.
Y en este proceso me di cuenta de que una cosa. Cada vez que envía un email, hay bajas. Es decir, cada vez que mando un email hay personas que se dan de baja de mi newsletter.
Si aumento la frecuencia de emails, aumentan las bajas. Esa es la parte mala, pero hay una buena.
Durante esos días que aumento la frecuencia de emails, no solo hay más bajas. También hay más ventas.
Es decir, si yo envío 7 emails hay bajas x 7 pero ventas x7. Si mando 9 emails hay bajas x 9 pero ventas x 9.
En 2024 he cerrado el año con la mayor facturación de toda mi historia.
Por lo tanto, el mayor aprendizaje que he sacado emprendiendo en internet es que es fundamental aprender a convivir con el rechazo.
Cuando te expones, vas a tener haters. Cuanta más gente te lea, a más gente no le gustará lo que lee y se dará de baja. Y está bien.
Pero a la vez, vas a encontrar a más gente que no solo le gusta lo que lee. Si no que estará dispuesta a pagar para que le enseñes a hacer eso que tú sabes hacer.
Así que recuerda, por el camino te vas a encontrar piedras, pero eso no significa que debas dejar de andar. Cuanto más andes y saltes las piedras que te encuentres en el camino, más cerca estarás de tus objetivos.
Si te interesa estar en mi newsletter privada, escribo historias sobre mis experiencias y aprendizajes escribiendo software de calidad.
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