El otro día, mientras hacía mi caminata diaria, estaba escuchando una entrevista a Luis Ramos en pódcast de los chicos de "Tengo un Plan", y me quedé dándole vueltas a un concepto que mencionó: los puntos de inflexión históricos que cambian la forma en la que trabajamos y vivimos.
Hizo un recorrido brutal desde la Revolución Industrial hasta el momento actual, y quiero contártelo porque no tiene desperdicio.
Básicamente, cada revolución tecnológica —desde el motor de combustión, pasando por el teléfono, la aviación comercial, hasta llegar a internet— ha cambiado cómo las empresas operan y cómo nosotros, como personas, nos adaptamos a esos cambios.
Por ejemplo, antes de las máquinas, todo era manual y local. Luego llegaron las fábricas, y hay que adaptarse, menos trabajos manuales, más empleos repetitivos en cadenas de montaje.
Pero lo interesante es cómo cada avance hace que las empresas y las personas evolucionemos. Con el teléfono, aparecen sucursales; con la aviación, nacen las multinacionales. Y con internet, ¡todo cambia! Ahora cualquiera puede montar un negocio desde el salón de su casa.
Pero aquí viene lo realmente interesante: la IA. Según Luis, estamos viviendo una Revolución Personal. La IA no solo está transformando empresas, sino también a las personas.
Cada uno de nosotros puede ser una empresa en sí mismo. Ya no necesitas un equipo de 100 personas ni maquinaria gigante. Con una idea clara y un poco de tecnología, puedes automatizar procesos y enfocarte en lo que realmente importa: lo que te hace único.
Y aquí va mi opinión: en el desarrollo de software, la IA ya está rompiendo esquemas. Antes escribíamos cada línea de código a mano, ahora herramientas como ChatGPT nos ayudan con refactorizaciones, generación de código y hasta testing. Pero esto no significa que la IA nos sustituya, sino que amplifica lo que hacemos.
Piensa en esto: ¿qué es lo que realmente no puede automatizarse? Tu visión, tu creatividad, la forma en la que abordas un problema técnico.
Todo lo demás —lo repetitivo, lo estándar— la IA lo hará por ti.
Para mí, esto es una bendición porque nos está empujando a centrarnos en nuestra marca personal. En lo que nos hace destacar como desarrolladores, ya sea nuestra habilidad para resolver problemas complejos o nuestra capacidad de comunicar ideas técnicas.
Estamos entrando en una era en la que cada vez se valorará más lo que nos diferencia. Y si sabes aprovechar esta revolución, puedes posicionarte como un referente, alguien indispensable en un mundo donde casi todo lo prescindible será automatizado.
En mi caso, tengo claro que con IA va a ser más necesario que nunca saber trabajar con código legado, la cantidad de código legado que se va a generar con la IA va a ser enorme.
Y para trabajar con código legado es fundamental saber de testing y diseño de software.
Saber sobre todo esto te pone en ventaja desde dos puntos de vista: el primero, si sabes de esto, vas a sacar mejor código de la IA. Como la mayoría de la gente no sabe de esto, se va a generar mucho código legado y si tienes este conocimiento, vas a tener más valor en el mercado para saber trabajar con ese código.
¿Qué piensas tú? ¿Cómo crees que te va a afectar la IA?
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